Creer.

No creo en las almas gemelas, ni en los amores destinados a ser.
No creo en las relaciones sin discusiones y tampoco en las promesas que no se pactan "por la garrita".
No creo que exista sólo una persona para cada uno en un mundo de 7,442 miles de millones existentes.
Ah, y tampoco creo en los "para siempre".

Hay cosas en las que sí creo.
Creo en la felicidad que te da una copa de vino mientras disfrutas tu película favorita.
En las pláticas por teléfono después de las 12:00 AM.
Creo en los "me encantas" inesperados a mitad de cualquier cosa.
Y en las personas que cubren sus ojos a mitad de una película de terror.

No creo en el fracaso, pero sí en las ganas de dejar de intentarlo.
Creo en la tristeza y lo necesario que es conocerla para saber vivir sin ella.

No creo en los planes a futuro; pero irónicamente soy fanática de los "hablamos mañana".
Creo en las segundas oportunidades... Tanto, que he dado hasta sextas.

No creo en los "estoy bien", porque solía ser mi mentira favorita desde los diez.
Pero sí en los "te extrañé, me hacías falta, te necesitaba".

No creo en que la distancia separe. Une.
O al menos, eso fue lo que nuestra distancia hizo.
Creo en los "esta vez será mejor".

Creo en ti.
Y también, creo en mí.



- Palabras con Café.

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