Pensamientos y sentimientos.

Me gusta, me gusta de una manera en la que alguien más no me habría gustado antes. Me gusta porque no quiero estar a su lado todo el tiempo. Me gusta porque no siento ganas de decirle que me gusta. Me gusta porque sabe que me gusta, y me hace sentir de una manera linda que yo le gusto.
Lo quiero, de una manera excepcional, sobre todo cuando él me dice que me quiere. Siempre que lo observo me causa mucha dulzura, pero no le digo nada y siempre desvío la mirada, aunque estoy segura que si hubiese un espejo delante mío cada que lo miro, se lograría dar cuenta de la sonrisa característica que cuelga de mí durante unos cuantos segundos. Sonrisa que inunda mi vida y que seguramente ridiculiza mis deseos de abrazarle hasta las palabras.
Con él han sido muchas primeras veces, y no sólo de sexo, hablo de amor. Primera vez que mordí el labio de alguien sintiendo amor, primera vez que escribo para alguien por amor, primera vez que me dejo cargar por alguien por amor, y seguramente, es la primera vez que siento amor.
Cada vez que se acerca demasiado, que me muerde los cachetes, que acaricia mi espalda o fuma un cigarrillo conmigo, me dan ganas de no dejarle ir jamás. Porque aunque no concordemos la mayoría del tiempo y siempre nos estemos retando el uno al otro, cuando estoy con él, hasta el infierno está de nuestro lado.
No sé exactamente qué hace conmigo, pero si pudiera pedirle una cosa, sería que no dejara de hacerlo; pues me gusta como me hace sentir y todo lo que ha llegado a producir en mí. Me devuelve muchas cosas, entre ellas seguridad y voluntad, además me hace reír y me reaviva las ganas de seguir. 


Palabras con café.

Entradas populares

Sei.