Es momento de volver a empezar.

Si alguna vez te has llegado a cuestionar cómo puedes satisfacer a alguien por completo, te recomendaría que dejaras de hacerlo. Jamás lograremos complacer a las personas, jamás seremos suficientes; siempre buscarán compararnos e incluso reemplazarnos.

Jamás sabremos el por qué, pues siendo humanos tendemos a cometer más errores que hacer buenos actos.

Un día, fui parte de una negociación, de un trato, en el que, no lo sabía, pero iba a salir perdiendo. Sería ridículo decir que eso marcó mi vida, porque no lo hizo, solamente me hizo tomar una decisión, la cuál hasta el día de hoy es quizá lo que me ayuda a enfrentarme al mundo real.

Siempre te van a fallar, no importa cuánto cambies a su gusto, o cuánto te esfuerces en encajar, siempre habrá algún detalle, que por mínimo que sea, te hará sufrir, llorar, e incluso, odiar.

Con el paso del tiempo, aprendes a perdonar, a dejar ir, a olvidar, esa es quizá la mejor recompensa de todas. Cuando logras encontrarte a ti misma, encajar contigo, y darte cuenta que no necesitas cambiar para nadie, ni por nadie.

A lo largo de la vida, habrá un sinfín de personas que te lastimarán, que te humillarán y te harán sentir lo peor de tu vida. Pero también están esas que te hacen amar la vida, amarte a ti, y amarlos a ellos;esas personas son las que valen la pena. No son fáciles de encontrar, pues lo que vale la pena siempre necesitará esfuerzo, pero cuando los hayas encontrado, te habrás dado cuenta, que quizá tanto dolor ha valido la pena.

Aprende a dejar ir, a soltar lo que no necesitas, y lo más importante, no obligues a nadie a quedarse. Pues si ellos quieren estar, se esforzarán por hacerlo, en cambio tú; sólo es cuestión de esperar a que las heridas sanen y puedan cerrar.

Los finales felices no siempre consisten en una pareja feliz, en una familia unida, o un 'felices por siempre', a veces la felicidad está cuando vuelves a empezar, uniéndote, dándote fuerzas y saliendo adelante sola. 

Siempre necesitaremos de personas para poder crecer, de una buena compañía con la que se pueda disfrutar. Y sólo hay una persona que te puede hacer feliz, también enojar, pero que jamás te va a dejar: esa persona eres tú. 

Si alguna vez te has llegado a cuestionar cómo puedes satisfacer a alguien por completo, pregúntatelo primero a ti misma, y hallarás la mejor respuesta y el mejor consuelo que alguien más te pueda dar.

Palabras con café.